En 1789, Johann Jacob Schweppe, un joyero alemán que vivía en Ginebra, invento un sistema para introducir dióxido de carbono en el agua envasada.
De este modo fundo una compañía a la que puso su nombre y la estableció en Londres donde gracias al agua con gas y sodas de frutas lo hicieron famoso.
En 1870 incluye quinina en la soda carbonatada de naranja para producir agua tónica, una bebida que además de refrescante era un medicamento contra el paludismo.
Un alto oficial de las tropas británicas propone añadir ginebra a la tónica para fabricar un combinado y además rebajar el sabor que tenia la bebida, muy superior al actual.
De esta manera comienza el Gin Tonic, que rápidamente se extendió por todo el planeta.