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Productos típicos para tus recetas de Navidad en Rogelios Zaragoza. Parte II (carnes)

Esta semana, desde Rogelios Zaragoza seguimos hablando de los productos típicos para preparar los menús de Navidad. Hoy le toca el turno a las carnes.

 

La carne ocupa un sitio de privilegio en las cenas y comidas de Nochebuena y Navidad. También en Nochevieja y, por supuesto, en cualquier ocasión festiva o comida especial. Se suele preparar como plato principal y siempre es mejor servirla en las comidas, ya que por la noche podríamos tener una digestión más pesada. En cualquier caso, la tradición manda y, en muchos hogares, se sirven asados de ave o de carnes en la cena. ¿Qué carnes no pueden faltar en Navidad? ¿Cuáles son las mejores maneras de prepararlas?, aquí vamos a contaros todos los detalles.

 

En comparación con otros productos navideños, la carne tiene buen rendimiento, de modo que la relación ‘comensal-precio’ suele salir bastante bien.  Desde luego, un modo de aprovechar las bondades del invierno y, al mismo tiempo, abaratar costes, es utilizar frutas y verduras de temporada para acompañar nuestras piezas de carne: frutos secos y desecados (como orejones, ciruelas o pasas), frutas del tiempo, como mandarinas, naranjas, peras de invierno o arándanos… Con estos y otros ingredientes podremos conformar un amplio abanico de guarniciones que nos ayudarán digerir más fácilmente los asados.

Decimos “asados” porque esta es otra de las características de las carnes navideñas: el método de cocinado es al horno. Pueden ser solas o rellenas, sobre un colchón de patatas o manzanas, adobadas o sin adobar… pero, con toda probabilidad, serán asadas.  Un truco para evitar que queda seca o se queme es comenzar el horneado con una temperatura media y terminarlo con una mayor temperatura -solo al final- para dorar toda la superficie de la carne. Otro: recoger con una cuchara o cucharón los jugos que suelta el asado durante la cocción y verterlos por encima, regándolo, para realzar su sabor y mantener la humedad.

 

Las que tienen mayor presencia en el menú navideño son: cordero y cabrito, pavo y pularda, solomillo de ternera (o cerdo) y entrecot.

 

Para el cordero y el cabrito, las mejores técnicas culinarias son el asado y la caldereta. Ambas carnes constituyen uno de los productos estrella de las navidades -sobre todo en Castilla y el centro de la península- y por eso suele subir un poco el precio en esta época del año. Sin embargo, merece la pena poner este manjar en nuestra mesa. Consejos:

  • Para asar es recomendable el cordero lechal, ya que su grasa -formada por la alimentación exclusiva de la leche de oveja- se funde y dora en la cocción, lo que aporta un sabor único a este asado.
  • Para guisar, es preferible un cordero que sea un poquito mayor. La alimentación a base de hierbas le confiere un sabor que combina mejor con la salsa resultante de un guiso o caldereta.
Si preferimos las aves, podemos recurrir al pavo asado, utilizar la pularda (un tipo de gallinácea muy tierna) o también un pollo de grano, que merece la pena y no es demasiado caro. Las aves se pueden cocinar asadas tal cual (limpias de vísceras), apenas untadas con un poco de aceite o grasa, ajo, sal y pimienta. Y también se pueden asar rellenas. Este proceso es más complicado porque deberemos deshuesar el ave (mejor, con ayuda del carnicero) y luego rellenarla con alguna mezcla de temporada hecha con ingredientes que nos gusten (como una masa formada por foie, frutas, carne picada, etc.).
En cuanto a los solomillos, podemos optar por los de ternera y buey, con un resultado espectacular y que siempre nos asegura el éxito a poco que acertemos en el punto de cocinado, o por los de cerdo, una versión más económica. Los solomillos de cerdo son muy apropiados para los niños (pues a los pequeños de la casa les suele gustar más) y pueden sorprender a los mayores si los realzamos con unas creativas combinaciones de sabores. En este caso, las salsas de acompañamiento y guarniciones son la clave, ya que al ser una carne un poco más grasa admite mejor el contrapunto de frutas, crujientes y salsas agridulces.
solomillo wellington

Los solomillos, tanto de vacuno como de porcino, son fáciles de cocinar. Además, podemos prepararlos con cierta antelación, lo que nos permitirá disfrutar de la comida o cena con el resto de invitados. Lo único que tendremos que hacer será dar el último toque de decoración en el plato o fuente de presentación.

En Aragón, tenemos el lujo de contar con el Ternasco D.O., por lo que podemos preparar unos excelentes platos con este producto, como esta pierna rellena que cocinamos en Rogelios.

pierna ternasco

Ahora solo queda disfrutar de la comida sea cual sea vuestra elección, y sobretodo de la compañía.  Ven a Rogelios y celebra tus fiestas con nosotros en un ambiente acogedor y familiar.

 

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